El editor: formación, entorno y retos de la profesión

Este año el programa del Foro Internacional de Editores y Profesionales del Libro de la Feria del Libro de Guadalajara plantea un examen de la figura central de la cadena productiva del libro: el editor.

Este año el programa del Foro Internacional de Editores y Profesionales del Libro de la Feria del Libro de Guadalajara plantea un examen de la figura central de la cadena productiva del libro: el editor.

Por eso, la conferencia inaugural la dará Carlo Feltrinelli, símbolo en el mundo de la edición independiente y de calidad (martes 28/11 – 16:45 a 17:30). Aún no se adelantó título ni temática.

Después de pasar por una etapa de incertidumbre ante el surgimiento de la edición digital, donde la preocupación se centró en la capacidad de adaptación de la industria ante nuevos formatos de lectura, ahora el debate recae en las tareas del editor: ¿cómo se ha transformado la profesión? ¿qué cambios necesita la formación académica? ¿cómo permitir mayor visibilidad de las publicaciones ante la avalancha excesiva de contenidos?

En una de las mesas se debatirá sobre los cambios en las políticas del socio comercial más fuerte de México, para comprender las consecuencias que afectarán a la circulación del libro en español.
Martes 28/11 – 17:30 a 18:30
Relación México-Estados Unidos en la era Trump: el panorama del libro en español
Participan: Tom Payton , Leyla Ahuile , Jenny Lizárraga
Modera: Adan Griego (bibliotecario norteamericano)

Por otro lado, se verán nuevas estrategias y herramientas que pueden utilizar las editoriales para el financiamiento de productos, así como para llegar a más lectores.
Martes 28/11 – 18:45 a 20:00
Crowdfunding, startups, social media…: ¿cómo funcionan (y cómo aprovechar) las nuevas estrategias en la industria editorial?
Participan: Arantxa Mellado Aksel Køie Laura Ceccacci

Uno de los tópicos que más preocupan a los editores es la distribución, venta y exhibición de sus títulos, por lo que expertos en mercadotecnia y comunicación expondrán estrategias para hacer los libros más visibles.
Miércoles 29/11 – 17:30 a 18:30
Mercadotecnia y comunicación editorial: lograr la mayor visibilidad posible
Participan: Tomás Granados Salinas  (FCE), Lluisa Matarrodona

También habrá una mesa para conversar sobre la preparación académica del editor, y cómo la formación editorial requiere una transformación para adecuarse a las necesidades actuales.
Miércoles 29/11 – 16:30 a 17:30
La formación del editor: ¿cómo se transforma la preparación para adecuarse a los cambios en la industria?
Participan: Valeria Sorín  (editora Cultura LIJ), Fernando Esteves  (Director editorial de SM), Astrid Velasco Montante
Modera: Sayri Karp Mitastein

Cierre del encuentro

La conferencia de cierre la dictará  Michael Bhaskar , especialista interncional.
Miércoles 29/11 – 18:45 a 20:00
El filtro maestro: edición y economía de la curación – Michael Bhakar
El problema con los textos de hoy en día, o con cualquier material editable, es sobre todo el de la superabundancia. Gracias a siglos de existencia de las tecnologías de impresión, sobrealimentadas por el Internet, el exceso de material de lectura es el tema dominante de nuestra época. De ahí que el papel selectivo de los editores sea ahora más importante que nunca. Comprender el mundo del contenido en la actualidad implica comprender el modo en el que todos nos estamos convirtiendo en curadores, porque el problema del exceso no solo se encuentra en el mundo de la edición. Se está convirtiendo en un tema económico dominante, y comprender cómo estamos construyendo una «economía de la curación» es importante en todos los sectores.

El panorama editorial presenta grandes desafíos, pero también enormes oportunidades para lograr resultados efectivos. Para lograrlo, es imprescindible fortalecer la preparación adecuada, por lo que la FIL ha trabajado en una programación acorde.

Para más información: https://www.fil.com.mx/act_nego/fie.asp

 

Patsy Aldana abre camino en China

La presidenta de IBBY cuenta acerca de la colección de libros internacionales para niños que dirige en China.

La presidenta de IBBY está seleccionando libros ilustrados de todo el mundo para una colección de libros internacionales en China.

Por Valeria Sorín

Patsy Aldana y yo estamos sentadas en un café de la Piazza Maggiore de Bologna para hablar acerca de la colección de libros del mundo que está coordinando para el mercado chino. Ninguna de las dos vive en Italia, ninguna de las dos es italiana. De alguna forma retomamos una conversación que hemos desarrollado primero en Buenos Aires, luego por skipe para que luego se diera este encuentro.

¿El motivo? Aldana, presidenta International Board of Book for Young people (más conocido por su sigla, IBBY), se unió a Li Xueqian, presidente de la editorial china CCPPG, para planificar y lanzar la Biblioteca Mundial en China. La colección busca reunir en esta etapa los mejores 40 libros ilustrados de todo el mundo que reflejan ciertos valores universales: el respeto por el niño, la importancia del amor, el reconocimiento del valor que implica la superación de la dificultad y la tragedia, la alegría de la risa y la tolerancia a la diferencia.

Los libros como ventanas

Cuando en 2009 Patsy pasó por Buenos Aires dio una charla en la que explicó la necesidad que los niños se encuentren con libros espejo −aquellos donde vean reflejada su realidad− y libros ventana −que les dieran la posibilidad de acercarse a otras posibilidades−. Desde ese juego doble piensa los productos para niños.

—¿De qué se trata el proyecto de la Biblioteca Mundial?
Los niños chinos reciben muchos libros (buenos y mediocres) pero del mundo anglosajón. La idea de la colección es acercarles a esos niños lo que hay por fuera, en el resto del mundo. Porque no llega a esos niños lo que no pertenece al mainstream de la edición. Son 8 libros al año, durante cinco años, los últimos se estarán publicando entre 2017 y 2018.
No se venden tan bien como los best sellers en Norteamérica ni como los suyos propios, que pueden llegar a tener tiradas de 10.000.000 de copias.

—¿Cómo promueven una colección tan singular?
—Ese es un problema. Deben promoverlo en China como un grupo de libros, como una colección y no libro por libro como hasta ahora. Porque se pierde su sentido así. Las bibliotecas, las escuelas y los padres deben tener toda la colección.
Los han hecho con mucho esmero por lo que han quedado bastante caros, no son libros baratos. Todo lo que tiene el original lo han intentado duplicar, eso me ha dado mucho placer. Y cada título lleva dentro un folleto explicando para qué sirve ese libro y porque es importante leer libros de todo el mundo.
Hay una red de 20.000 bibliotecas rurales que funcionan con voluntarios. Una de las metas de la escolaridad es generar lectores a los que les guste leer por el placer. Entonces hay mucho interés en la lectura. Pero también hay resistencia a libros que son distintos.

Mostrar lo diferente

PatsyAldana—Desde IBBY has impulsado el animarse a tratar temas complejos en la literatura infantil, al mismo tiempo que has impulsado campañas en todo el mundo para trabajar con niños que se encuentran en situaciones críticas ya sea por guerras, catástrofes naturales y/o humanitarias. ¿Esto se refleja en los libros de esta nueva colección?
—Una de las cosas que quiero mostrar es que si bien algunos títulos que he seleccionado son muy simples, otros son de niños que están en crisis.  Por ejemplo, el de un niño que ve a sus papás solo una vez al año.  Eso pertenece a la experiencia de un niño chino, ten en cuenta que ochenta millones de niños chinos viven sin sus padres debido a que estos deben migrar desde sus pueblos a las ciudades para trabajar. El tema ahí es que los niños no pueden acceder al colegio en las ciudades donde trabajan sus padres. Entonces los tienen que dejar atrás. Y por supuesto las escuelas del campo son mucho peores que las escuelas de las ciudades. Así es como quedan al cuidado de parientes.
Al presidente de la editorial estos niños le preocupan mucho y quiere que vean que hay otros niños en el mundo que también tienen a sus padres lejos, por ejemplo. Yo trato de explicar cómo usar estos libros para hablar de estas cosas.
Ha cambiado china radicalmente en un período relativamente corto. Ahora son consumidores muy importantes, han tenido un cambio en su modo de vida gigantesco. Y eso lo han hecho con el derecho a una vida política crítica, lo que los ha llevado a preguntarse mucho cómo van a hacer los niños para tener oportunidad para mejorar. Claro que de cierta manera aún viven en un mundo cerrado bastante paternalista.

—El hecho de que la buscaran a usted específicamente, que ya había desarrollado un catálogo de alta calidad para Groundwood Books, muestra que deseaban un criterio de selección multicutural.
—Sí, ellos vieron que yo hacía eso en Groundwood. Ese tipo de selección ya no existe ni siquiera en inglés. Desde que yo me fui de Groundwood ya casi no están publicando libros así. Tampoco hay un editor francés o alemán que tengan una colección semejante.

—Además de mostrar lo diferente, hay que mostrarlo en relación con la cultura china. ¿Qué tipo de libros prefieren?
—Ellos tienen su propio gusto. Hay cosas que les chocan. Entonces suele haber una discusión acerca de cada libro. Libros sobre temas para ellos muy difíciles, como ser uno donde el personaje es una niña autista que está en la lista de IBBY de libros para niños con discapacidades. En general en China no se hace nada con esos temas.
Uno de los requisitos es que los libros no tengan nada de religión, ese es un tema completamente prohibido. Por eso no pude sumar ningún libro de medio oriente que potencialmente pudiera tener un marco religioso.

—¿Qué resistencias encuentra el proyecto?
—Por la política de un hijo único, las madres están muy involucradas en la crianza y educación. Las escuelas grandes de las grandes ciudades son buenísimas. Y tienen bibliotecas hermosas. Y las madres son muy activas. Pero no perciben fácilmente lo bueno que pueden ser estos libros porque no son de autores conocidos por ellos.

Trabajar en China

Patricia Patsy Aldana nació en Guatemala pero siendo joven emigró junto a su familia a Canadá. Entre 1978 y 2012 fue la directora editorial de Groundwood Books, empresa de riesgo donde publicó libros que expandían las fronteras de la lectura. Ha sido definida como una incansable promotora y defensora de la literatura, alguien que enfrenta con naturalidad la publicación de libros sobre temas incómodos.

—Imagino que cada contrato es como una victoria. Por un lado, es el resultado de una gran selección; por otra parte, un trabajo de convencimiento al comité editorial. ¿Se da una negociación palabra a palabra en cada libro?
—Eso no. Ellos no suelen cambiar nada. Pero cada libro tiene que ser adoptado por un editor dentro de la empresa. Los editores ganan su dinero respecto de lo que venden los libros que impulsan. Y estos libros no se venden tan bien. Así que hay que ir convenciéndolos de que valen la pena.

—Es complejo como editor dirigirse a un público tan diferente a uno. Asimismo, también son diferentes las prácticas, los procedimientos, las idiosincrasias relacionadas al trabajo.
—Ahorita en China hay 19 o 20 editoriales que son del Estado, ya sea nacional o de las provincias. Para quien yo trabajo es la editorial estatal más grande de China. Hay muchas editoriales independientes. Los libros de niños son los que mejor se venden, entonces todo el mundo quiere publicar libros para niños y son bastante rentables. Por lo que actualmente hay una superproducción: el año pasado se publicaron 50.000 nuevos títulos para niños. Entonces ocurre lo mismo de siempre, los buenos libros se vuelven más difíciles de encontrar porque hay una oferta enorme.
Cada editorial tiene sus prácticas propias, porque están los individuos, porque cada editorial presenta una situación diferente. Si tú quieres publicar un libro le tienes que comprar el ISBN a una de esas 19 editoriales. Entonces hay quien vive de la venta del ISBN y no de su propia producción. La editorial donde yo trabajo es muy observada por el Estado, hay otras que están en las provincias y que por ese motivo tienen más libertad. En esta editorial trabajan 500 editores que publican libros, pero también revistas. Es una enorme compañía en un enorme edificio en Beijing.
Una vez le pregunté al ministro de cultura de China: “¿Es usted el papá de los otros ministros de cultura de las provincias?” Y me contesto: “No, soy el hermano mayor. Me toca decirles qué hacer, pero no necesariamente logro que lo hagan.

Algunos títulos seleccionados por Patsy Aldana

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  • Buenas noches, Comandante.
    Escritor: Ahmad Akbarpour. Ilustrador: Morteza Zahedi
    El libro tiene como escenario la guerra entre Irán e Irak pero desde la mirada de un niño que se autoproclama comandante. Durante la guerra ha perdido una de sus piernas y a su madre. Con sus juguetes recrea sus recuerdos y repara sus pérdidas.
  • Napí va a la montaña.
    Escritor: Antonio Ramírez. Ilustrador: Domi
    Napí es una pequeña niña mazateca que vive con su familia en un pequeño pueblo a orillas de un río en el estado de Oaxaca en México. Cada tarde la familia se sienta en la sombra de una ceiba inmensa para escuchar las historias del abuelo. Mientras Napí escucha con un aire soñador, las tardes toman otros colores en su imaginación: naranja, morado, violeta y verde. La noche llega sobre el río tan bella como los árboles llenos de garzas blancas posando sobre sus ramas. La ceiba manda sueños a Napí cada noche, y en su sueño favorito ella se convierte en una garza que se desliza suavemente sobre el río.
  • Bajo el hechizo de la luna. Arte para chicos por los mejores ilustradores.
    Autora: Katherine Paterson
    Breves textos ilustrados por artistas de Brasil, Japón, la república Checa, Finlandia, Suecia, China, Malasia, India, Nicaragua, España, Sudáfrica, Palestina.
  • Niña Bonita
    Escrito por Ana María Machado
    Un conejo blanco, blanco, ha quedado prendado de una niña negra, negra, y quiere ponerse bonito y oscuro como ella. Cada vez que la ve, le pregunta: “Niña bonita, niña bonita, ¿cuál es tu secreto para ser tan negrita?”. Después de muchos experimentos y desilusiones, el conejo descubre el secreto.
  • Tarde de invierno
    Escrito por JorgeLuján. Ilustrado por Mandana Sadat
    Un niño tras una ventana mira la calle. El niño dibuja sobre el vidrio empañado con su dedo mientras espera que regrese su mamá de trabajar.

 

La ilustración en la proa

Un panorama de la literatura y juvenil francesa desde a mirada del autor Joel Franz Rosell.

Un panorama de la literatura y juvenil francesa desde a mirada del autor Joel Franz Rosell. Y la propuesta de un nuevo término: "orilatura".

Por Maryta Berenguer
Escritora, narradora y formadora de narradores. Fundó la biblioteca Pajarita de Papel en Bahía Blanca.

 El frío del otoño en París se hace sentir. Estamos en la Feria del Libro Infantil Juvenil que aquí se llama Salon du Livre et de la Presse Jeunesse que está en un municipio colindante con París: Montreuil. Un espacio ferial moderno, digno de esta feria, que ocupa tres amplios pisos con un laberinto de stands que parecen iluminados por los libros. Joel me espera en el café del segundo piso. Antes de comenzar la nota, quiero decir que Joel Franz Rosell es un escritor cubano-francés que lleva más de treinta libros editados en francés y castellano americano (según Mempo Giardinelli, ese es el nombre correcto de nuestro idioma), algunos de los cuales relaciono al final de esta nota.

Sentado muy elegante como siempre, traje claro color tabaco, corbata al tono, nos saludamos estrechándonos la mano porque su resfrío es de temer. Después de algunos recuerdos de otras ocasiones similares a esta, la entrevista comenzó al preguntarle cómo veía el equilibrio entre la ilustración y el texto en los nuevos libros, y la comercialización de novelas y cuentos.

—En Francia la historia no es lo principal en un libro. Por supuesto cuenta el estilo, pero hay un boom de la ilustración. Álbumes fascinantes a la vista, pero las historias a veces no están a la altura. Hay juegos de estilo, de palabras, recreación de la vida cotidiana… Hay álbumes para todos: de pequeños a adultos, pero los niños son los principales lectores pues en cierto momento, los adolescentes se inclinan por la lectura en las tablets, computadoras, móviles. También su lectura se especializa: hay chicos que solo leen fantasy o manga… Las editoriales mantienen igual una buena circulación y venta debido a que las escuelas y bibliotecas compran con partidas asignadas. Las novelas para niños son adquiridas generalmente por los mismos pequeños, debido a que aquí, en Francia, hay muchísimas librerías. En mi barrio, un barrio de clase media trabajadora, hay tres librerías en las que se venden tantos álbumes ilustrados como novelas de tapa blanda o libros documentales muy interesantes y visualmente creativos. Muchas librerías especializadas en libros para chicos incluyen juguetes y papelería, pero lo impresionante es que casi no hay librería generalista sin una importante sección infantil. Todo chico francés tiene su paga semanal y es común ver a los chicos comprando el libro que les gusta. A la venta de novelas ayuda el llamado “cheque-libro” que las municipalidades conceden una vez al año y que cubre aproximadamente el precio medio de un libro de tapa blanda.

En Argentina suelen firmar los escritores, a veces los ilustradores. Pero en esta feria he visto que los dibujantes son las verdaderas estrellas.
—Una de las causas fundamentales de esto es que los ilustradores (y los autores-ilustradores de historieta) son conocidos y seguidos por su estilo, y hay un público coleccionista. Cada dedicatoria es un dibujo original que prestigia el ejemplar. Hay quien ni siquiera lee los álbumes de su colección, pero no se pierde una novedad del ilustrador que admira. De ahí las largas filas que se forman en los stands. Tú me viste hoy firmando a mucha gente porque mis dedicatorias son dibujos (que nunca repito). En realidad yo no soy el ilustrador de la serie Gatito, pero como soy ilustrador de otros libros, me tomo la libertad de hacer mi propia versión del protagonista de la serie, maravillosamente ilustrada por Constanze Kitzing. Si solo escribiera unas palabras como dedicatoria, ten por seguro que muchos no se acercarían a mirar mis libros…

Joel se sonríe con picardía y continúa hablando de su producción literaria.

—Llevo en total 30 libros publicados. Una decena en España, 10 en Francia, 7 en Cuba, 6 en Argentina, 4 en México, etc. En Cuba, por razones económicas, no es fácil publicar un libro. El papel es importado y los libros para niños se venden en moneda no convertible. Sin la subvención estatal sería imposible. En 1983 de mi primer libro se hicieron 50.000 ejemplares que se agotaron enseguida. El año pasado la mayor editorial cubana tiró solo 5.000 ejemplares que se van a agotar enseguida… Pero no se va a reeditar, pues todos los autores prefieren publicar un nuevo libro y no hay papel para nuevas ediciones y reediciones. Y se da la preferencia, de manera comprensible, a los autores que viven en la isla. Por eso de mis 30 libros solo 7 han sido publicados en Cuba. Yo tengo la suerte de publicar en editoriales que cubren todo el mundo hispánico y que reeditan gran parte de su producción: Fondo de Cultura Económica, Ediciones SM, Edelvives, Kalandraka.

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El mercado del libro en Francia

—¿Un escritor no estrella puede vivir de su producción literaria en Francia?
—No, de ninguna manera. El mercado francés es muy duro. Solo en el Salon du Livre de Montreil se presentan este año 400 autores, casi todos con novedades. En Francia aparecen ¡7.000 títulos nuevos cada año! El francés es la lengua de los 67 millones franceses, pero también lengua oficial de Bélgica, Suiza, Quebec y de numerosos países africanos y diversos territorios de los océanos Índico y Pacífico. Muchos de esos países exportan a Francia más libros de los que importan. Es una magnífica diversidad, pero la competencia es ruda.

Por otra parte, Francia es un país de inmigración con millones de personas que vienen o tienen padres o abuelos en todos los continentes. Los niños se mezclan desde la escuela y se publican libros con autores o con formas y temáticas africanas, del mundo árabe, de Irán, la India, China, Paquistán, Oceanía… No solo la población, sino la literatura francesa es mundial por sus raíces y savias.

—Eso se observa a simple vista en calles, supermercados, metros, buses, escuelas y aquí mismo, en la Feria, un mundo absolutamente internacional tanto en nacionalidad como en religiones.
—París es una capital-mundo como pueden ser Londres o Nueva York. Yo nunca camino las cuatro cuadras que mide mi calle sin escuchar cuatro o cinco lenguas: árabe, hebreo, ruso o serbio (no alcanzo a diferenciarlo), chino, italiano o ¡argentino! Y no te hablo de un barrio turístico, lleno de hoteles y monumentos, sino de un barrio residencial común y corriente.
Tengo la impresión, por lo que usted dice, que el mercado del libro en Francia es muy duro.
—Para autores e ilustradores, el mercado francés es durísimo. Las editoriales depositan los libros en las librerías por un plazo corto. Al cabo de ese tiempo, la librería debe pagarlo, lo haya vendido o no. Como cada día llegan decenas de títulos nuevos, ¡a veces los libros son devueltos sin haber estado en la estantería! Es una rotación infernal en la cual el que más gana es el distribuidor. El plazo varía, pero hoy el destino de un libro queda saldado en menos de un mes. No los sacan de catálogo, pero no están visibles en las librerías, y si la promoción, la crítica, o el amigo rumor no los salva, al terminar el año ya están condenados. Los porcentajes del autor en literatura para adultos giran en torno al 10 % mientras que en literatura infantil apenas llegan al 6 %, cuando el precio de venta del libro infantil es generalmente la mitad del precio de una novela. Solamente el 2 % de los autores franceses viven de sus libros. El resto lo compensamos con talleres, seminarios, charlas, lecturas, y con los cientos de salones y ferias de libros que, si te invitan expresamente, te pagan honorarios muy superiores a lo que ganas en derechos de autor.

—Pese a que no es una novedad, he visto más libros que en otras oportunidades con grabaciones hechas por narradores profesionales, ilustradores y escritores que no necesariamente son los mismos. También me han impresionado libros sobre museos. ¿Qué opinión puede dar sobre este tema?
—Efectivamente, hay muchos libros con CD o DVD. Francia junto con Gran Bretaña son países que han desarrollado de manera espectacular el libro informativo y son muy aceptados, tanto los que hablan de ciencia y tecnología como los que enriquecen la percepción del arte, la arquitectura, el medioambiente o la historia. Yo diría que hay un nuevo didactismo que se expresa en novelas situadas en marcos históricos muy cuidadosamente presentados (desde el Egipto faraónico o la Grecia de Pericles a la Toma de la Bastilla, la guerra de Vietnam o la caída del Muro de Berlín), o narraciones que discuten temáticas sociales o filosóficas. Hay autores que se han especializado en este tipo de narraciones y viven holgadamente de sus derechos, pues sus libros son muy apreciados como material para-escolar. Por otra parte, la “oralitura” cuenta con muchos adeptos en Francia. Como sabemos, está la narración folclórica por un lado y los narradores que cuentan cuentos de autor por el otro, y en ambos casos, los textos vienen acompañados por la voz del narrador oral y también con grabaciones musicales. Hay mucha “oralitura” de diversa fuente europea (celta, nórdica, eslava), oriental (árabe, persa, hindú), africana o latinoamericana (afroamericana, aborigen, etc.).

—¿Qué autores destacaría de la actual literatura francesa para chicos?
—La primera que me viene a la mente es Suzie Morgenstern, una estadounidense que se hizo escritora en Francia y que tiene un formidable sentido del humor. Igualmente conocida y reconocida es Marie-Aude Murail, con igual capacidad para el realismo que para la fantasía. También puedo citar algunos candidatos recientes al premio Andersen, como el internacionalmente conocido novelista Thimothée de Fombelle o los singulares autores-ilustradores François Place y Claude Ponti.

—Joel, ha sido un placer haber conversado usted y sabe que su cuento “Sueños” me sigue acompañando y lo sigo narrando como el mismo día que lo estrené hace muchos años en la Biblioteca Nacional de Buenos Aires.

CLD2017-1-Abril-PanoInt-Joel6Para seguir leyendo a Joel

  • La literatura infantil: un oficio de centauros y sirenas. Buenos Aires. Lugar Editorial, 2001. Ensayo.
  • Mi tesoro te espera en Cuba. Zaragoza. Edelvives, 2008
  • La leyenda de Taita Osongo. México. Fondo de Cultura Económica, 2006. Premio La Rosa Blanca •
  • Exploradores en el lago. Madrid. Alfaguara, 2009
  • La bruja Pelandruja está malucha. Madrid. Ediciones SM, 2010
  • Sopa de sol. Buenos Aires. Tinta Fresca, 2011
  • Gatito y el balón, Gatito y la nieve y Gatito y las vacaciones. Pontevedra. Kalandraka, 2012. Ilustraciones de Constanze Kitzing
  • El secreto del colmillo dorado. Bogotá. Libros & Libros, 2013
  • Concierto n°7 para violín y brujas. México. Fondo de Cultura Económica, 2013
  • Había una vez un espantapájaros. Bogotá. Libros & Libros, 2014. Ilustraciones del autor
  • María es pintora. México. Editorial 3 Abejas, 2015. Ilustraciones: David Nieto.
  • Tito y su misteriosa abuela. La Habana. Gente Nueva, 2015.

Para seguir escuchando a Maryta

http://www.marytaberenguer.com.ar/