El absurdo es más que un género

Ante la decisión inicial de la Gobernadora de cerrar 8 de las 10 escuelas isleñas del Delta del Paraná, para luego agregar al listado de establecimientos otras 39 escuelas rurales diseminadas por toda la Provincia de Buenos Aires; la agrupación de autores, editores y especialistas Colectivo LIJ alza su voz en esta columna de opinión.  
Al filo del cierre de esta edición, la Gobernadora hizo saber que daba atrás su decisión en el caso de 6 escuelas isleñas. 

El absurdo es más que un género

Por Colectivo LIJ

Ante la decisión inicial de la Gobernadora de cerrar 8 de las 10 escuelas isleñas del Delta del Paraná, para luego agregar al listado de establecimientos otras 39 escuelas rurales diseminadas por toda la Provincia de Buenos Aires; la agrupación de autores, editores y especialistas Colectivo LIJ alza su voz en esta columna de opinión.
Al filo del cierre de esta edición, la Gobernadora hizo saber que daba atrás su decisión en el caso de 6 escuelas isleñas.


El inadmisible cierre de escuelas en el Delta

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Las escuelas que decidió cerrar el gobierno de la provincia de Buenos Aires no son edificios, no son paredes, no son bancos, no son pizarrones. Esas escuelas son historias, historias sin terminar. A estas escuelas todos los días llegan en gomón, en bote, en lancha colectiva, chicos que vienen desde las islas, chicos que se ven desde los muelles, que se miran cuando bajan, que se saludan y se abrazan y se gritan y se sientan a pensar juntos. Todos los días vienen maestros y hay adultos que los acompañan y a veces, se quedan y charlan y hay actos y planes y peleas y discusiones y mate con tortas fritas. Las escuelas que quiere cerrar el gobierno son lugares de encuentro. Comunidades. Espacios marcados por muchas vidas que, por eso, son espacios sagrados, espacios de siembra. Las historias no se cierran. Siguen andando aunque sea convertidas en pesadillas.

Así que hay que decir No. No se cierran historias. No se cierran escuelas por razones presupuestarias. NO-SE-CIERRAN-ESCUELAS.

Es cerrar el mundo bruscamente. Es parar las vidas de muchos. Es parar las vidas de todos, decimos en el Colectivo LIJ. Porque no hay una infancia, hay muchas infancias, incluso únicas y particulares infancias de cien chicos que cada día asisten a sus escuelas desde las islas. Y cada parte del mundo es el mundo entero. De eso se trata.


 

Consulta para Perogrullo, ¿qué conviene más: escuelas abiertas o cerradas?

El absurdo es más que un género
El absurdo es más que un género

En la lancha que lleva a los chicos a la escuela de la isla falta el alumno Mauricio. El mismo que un día, con la mano en el agua, tal vez subyugado por la belleza del Delta, comentó que “hay lugares donde falta el agua, y lugares donde sobra”. El alumno al que, si la seño le pidiera que escribiese una redacción acerca de por qué es bueno que estén abiertas las escuelas públicas respondería, quizá, que porque en algún lado tienen que caer los chicos, y es mejor que sea en las aulas que en el agua.

Perogrulladas y sincericidios al margen, ¿cómo es posible que tengamos que ponernos a explicar que no es bueno que los chicos queden sin escuela? ¿Cómo podemos aceptar que los ministerios de Educación de este gobierno (no solo el de la Provincia de Buenos Aires) apliquen a las cuestiones que tienen que ver con la educación (o la salud, no lo olvidemos) un criterio meramente mercantilista, como si se tratara de uno de los tantos negocios que están acostumbrados a administrar? Y la respuesta es de Perogrullo, qué se le va a hacer: estas cosas son posibles porque la sensibilidad tiene que ver con la ideología. Gobiernan los números, el criterio de balance, de cuentas que cierran o no cierran. Y entonces lo que se cierran son las escuelas del Delta, las escuelas de las villas, las escuelas rurales, los institutos de formación docente, los hospitales, los planes de lectura.

Y nosotros, otra vez con don Pedro Grullo, decimos lo obvio: NO. No al cierre de las escuelas públicas, no al cierre de los Institutos de Formación Docente, no al cierre de hospitales públicos, no al descarado atropello a nuestro futuro.


Para seguir leyendo

Colectivo LIJ

La agrupación reune a escritores e ilustradores de literatura para chicos y jóvenes, editores, narradores, especialistas y otros trabajadores implicados en el género a fin de unir fuerza creativa y ponerla al servicio de cuidar y defender lo que tenemos, recuperar lo que se había conseguido y, por supuesto, concretar nuevos sueños. Se los puede seguir en Facebook.
Lideran el colectivo Márgara Avervach, Sandra Comino, Alejandra Erbiti, Mario Méndez. Silvina Rocha y Silvia Schujer.

 

Autor: editoriallabohemia

Editorial La Bohemia nace en el año 2000 de la mano de uno de los mejores poetas argentinos, Daniel Muxica. Hoy, bajo la dirección de Valeria Sorín y Laura Demidovich, se propone como un espacio de encuentro y de propuesta en cada una de sus áreas.

Un comentario en “El absurdo es más que un género”

  1. Yo tmb me encontré con don Pedro Grullo que me dijo que un pueblo sin educación es más fácil de gobernar. NO AL CIERRE DE LAS ESCUELAS EN EL DELTA. NI EN NINGÚN OTRO LADO DEL PAÍS

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